La persona en edad embrionaria
DOI:
https://doi.org/10.11565/arsmed.v37i1.131Palabras clave:
embrión, presingamia, continuidad, individualidad, personaResumen
El embrión puede ser mirado como pura “cantidad†de células o como paciente, individuo, ser humano, persona. Esta distinta perspectiva cambia totalmente la manera de tratar al embrión (o al feto), su valor, su dignidad. Se trata de temas que dan origen a complejas polémicas antropológicas, éticas y biopolÃticas. Al origen de estos debates, el autor pone el “reductivismo materialista†que cada vez más invade la ciencia y la técnica.Que el embrión sea más que pura cantidad de células e informaciones objetivas del ADN se destaca de fenómenos biológicos como la coordinación y la continuidad del crecimiento, la autonomÃa y la relación con la madre, las maneras personalizadas para dirigir, reprogramar e interpretar la información genética. Pero, sobre todo, el conocimiento de quién es el embrión viene cuando se mira en un horizonte metafÃsico de la realidad. AquÃ, a la luz de que es el espÃritu, de una relación “increada†con el Creador se puede dar el justo valor humano al embrión y no reducirlo a puras prestaciones mentales o desarrollo fÃsico.
Citas
Dichiarazione Dei Docenti Delle 5 Facoltà di Medicina e Chirurgia, delle Università di Roma: L’embrione come paziente. En Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. Facoltá di Bioetica, Febbraio 2002.
Vescovi A. y Marrone T. Le regole non bloccano la ricerca in 30 Giorni, Maggio, 2005, Italia.
Medina L. Questioni epistemologiche relative allo statuto dell’embrione umano. En Identità e statuto dell’embrione umano. Pontificia Academia pro Vita. LibrerÃa Editrice Vaticana, 1998, pág. 85.
Cf. ibÃd., pág. 85. Ver también Gottier G. Critères de jugement ethique sur la tecnologie. En Nova et vetera, 1, 1998, pág. 22-43.
Serra A. y Colombo R. Identità e statuto dell’embrione umano: il contributo della biologia. En Identità e statuto dell’embrione umano, óp. cit., pág. 109.
Medina L., óp. cit., pág. 86.
Cf. Jonas H. Dalla fede antica all’uomo tecnologico. Ed. Il Mulino, Bologna, 1991, pág. 262-263. En Identità e statuto dell’embrione umano, óp. cit., pág. 86.
Cf. Carrasco de Paula I. Il rispetto dovuto all’embrione umano: prospectiva storicodottrinale. En Identità e statuto dell’embrione umano. Libreria Editrice Vaticana, Città del Vaticano, 1998, pág. 9-13.
Ver Nardi E. Procurato aborto nel mondo greco-romano, Giuffrè, Milano, 1971.
Cf. La República 4 460-1.
Cf. PolÃtica, 7. Hipócrates en el Juramento dice: Nunca sugeriré a una mujer prescripciones que puedan hacerla abortarâ€. En Documenti di deontologia ed etica medica, Spinsanti S., ed. Paoline, Milano, 1985, pág. 19, y RodrÃguez Guerro A. La persona humana frente al dolor, la vejez y la muerte, óp. cit., pág. 75-76.
Vial Correa J. de D. El embrión humano. En Ars Medica, vol. 4 Nº 6, óp. cit., 2002, Santiago de Chile (ex Presidente de la Pontificia Academia para la Vida). “Presentación hecha también en el panel sobre anticoncepción de emergencia. Pontificia Universidad Católica de Chile, junio 27, 2001â€.
El cigoto está formado por una célula única provista de una copia maestra de genes, los cuales además de su capacidad de replicación son capaces de controlar, en interacción con moléculas reguladoras presentes en el citoplasma del cigoto, la formación del cuerpo a través de la generación de proteÃnas, las cuales no solamente forman parte de la estructura del cuerpo sino que además controlan el cómo y el dónde ocurren los procesos quÃmicos dentro de las células del organismo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la fecundación es un proceso, no un instante, que dura de 18 a 24 horas. Después de la unión del espermatozoide y el ovocito se genera el cigoto con la formación de los pronúcleos masculino y femenino, que poseen los complementos cromosómicos respectivos que juntos restauran el número diploide de cromosomas que hace del cigoto una célula con toda la información para formar un ser humano.
Vial Correa J. de D., ibÃd., pág. 16.
Serra A. y Colombo R. Identità e statuto dell’embrione umano: il contributo della biologia. En Identità e statuto dell’embrione umano, óp. cit., pág. 119.
Polanyi A. Life’s irreducible structure. Science 1968, 160: 1308-1312. 17 Vial Correa J. de D., óp. cit., pág. 17. 18 IbÃd.
Guerra López R. Hacia una ontologÃa del embrión humano. En BiofilosofÃa, BiologÃa del desarrollo e individuación humana, versión 2. Congreso Internacional en Ciudad del México, 2005. ArtÃculo publicado por la Asociación Española del Personalismo, pág. 3.
IbÃd., pág. 18. Ver Serra A. y Colombo R., en óp. cit., pág. 127-133. Ver también Serra
IbÃd., pág. 18.
Ver RodrÃguez Guerro A. y RodrÃguez yunta E. AntropologÃa y cultura médica contemporánea. El estatuto del preembrión en perspectiva biológica, óp. cit., pág. 251-282.
Cf. Palazzani L. Il concetto di persona tra bioetica e diritto. Ed. G. Giappichelli, Torino, 1996, pág. 41.
IbÃd., pág. 43. “Va dicho que en la literatura en general (y también en la literatura cientÃfica) no hay acuerdo sobre el modo de entender la singamia: para algunos esta coincide con la alineación de los cromosomas, para otros cuando inicia y termina la fusión del material genético y para otros cuando tiene inicio la división mitóticaâ€.
Cf. ibÃd., pág. 44. Ver también RodrÃguez yunta E. El estatuto del preembrión humano. En Ars Medica, vol. 1, Nº 1, Pontificia Universidad Católica de Chile, pág. 98-108.
Palazzani L., óp. cit., pág. 44-45.
Lejeune C. y Lejeune J. El amor a la vida. Ed. Palabra, Madrid 1999, pág. 47-48.
Dunstan G.R. The ethical dilemmas, en Commonwealth of Australia, Senate selec Committee on the Human Embryo Experimentation Bill 1985 (official Hansard Report), Commonwealth Government Printer, Canberra 1986, pág. 635. Las palabras de Dunstan son las siguientes: “if conception is a process, not an event (…) then one cannot assume the existence of an individual, a human identity, at this stageâ€. Citado por Palazzani L., óp. cit., pág. 44-45.
Buckle S., Dawson K., Singer P. The syngamy debate: when precisely does a human life begin?, en P. Singer (Edic.), Embryo experimentation. Ethical, legal and social issues,
Cambridge University Press, Cambridge 1990, pág. 213-225. Citado por Palazzani L., ibÃd., pág. 45.
IbÃd., pág. 218-219.
Ver Bedate C.A. y Cefalo R.C. “The Zygote: To Be or not Be a Personâ€. Journal of Medicine and Philosophy, Nº 14, 1989, pág. 641-645.
Palazzani L., óp. cit., pág. 45.
Serra A. Per un’analisi integrata dello “status†dell’embrione umano, en Biolo S. pág. 59 y ss., y “Va resaltado que la expresión, frecuentemente presente en la literatura, “fusión†genética de los pronúcleos es referida impropiamente a la “fertilizaciónâ€. Desde el punto de vista cientÃfico es más correcto decir “puesta en común†del respectivo material genético de los gametos humanos, de “alineación†y “distribución†del patrimonio genético, o también de “mescolanzaâ€. y Serra A. Quando è iniziata la vita umana?, La Civiltà Cattolica, 4, 1989, pág. 575-585.
Palazzani L., óp. cit., pág. 48.
Cf. Palazzani L., ibÃd., pág. 54.
Abel F., ibÃd., pág. 42, cit. por Palazzani L.
Malherbe J.F. L’embryon est-il une personne humaine? Lumière et Vie, 172 (34), 1985, pág. 8.
Prini P. Le ragioni della bioética en Biolo S., pág. 19-35.
RodrÃguez Guerro A. y RodrÃguez yunta E. AntropologÃa y cultura médica contemporánea, óp. cit., pág. 253; Bedate C.A. y Cefalo R.C., óp. cit., pág. 641-645. “Las células del embrión humano tienen el potencial de desarrollarse para formar los diferentes tejidos del cuerpo, como ocurre con otros organismos. A este fenómeno se le denomina “pluripotencialidadâ€. En 1998 se comenzó una nueva etapa en la investigación de las llamadas “células madre†humanas, también llamadas troncales o progenitoras (stem cells) al conseguirse por primera vez que células humanas derivadas de blastocistos producidos por fecundación in vitro y donados para la investigación fueran cultivadas con la habilidad de diferenciarse en todos los tejidos del cuerpo. Al mismo tiempo se consiguió cultivar lÃneas celulares derivadas de células primordiales germinales de fetos abortados. La preparación de células madre embrionarias requiere: 1. La producción de embriones humanos y/o la utilización de embriones sobrantes por los procesos de fecundación in vitro. 2. Su desarrollo hasta la fase de blastocisto (5 dÃas). 3) La extracción de la masa celular interna que implica la destrucción del embrión como ser humano, ya que se le priva de su estructura de soporte; de ser embrión pasa a ser un conjunto de células desprovistas de la conexión interna que las unifica como individuo. 4. El cultivo de dichas células en un
estrato de fibroblastos de ratón irradiado (feeder) para que se multipliquen y formen colonias llamadas embrioides (embryoid bodies) y de estas formar lÃneas celulares capaces de multiplicarse indefinidamente conservando las caracterÃsticas de células madre durante meses y hasta años. Se les denomina células madre porque son capaces de generar distintas estirpes celulares. El caso es que no solamente hay células madre embrionarias, también las hay en el adulto. Estas son capaces de generar distintas estirpes celulares de su propio tejido y también células de otros tejidos, pero no de todos los tejidos del cuerpo. Se está investigando el reactivar el programa genético de estas células para que sean capaces de originar todos los linajes celulares posibles.
Gracia D. Ética de los confines de la vida. Ed. El Búho Ltda., 1996, pág. 116.
Serra A. Per un’analisi integrata dello “status†dell’embrione umano…, óp. cit., pág. 84.
Palazzani L., óp. cit., pág. 61-88.
Warnock Report, Report of the Committee of Inquiri into Human Fertilisation and Embryology, Departament of Health and Social Security, London, 1984, pág. 66.
Warnock M. A question of life, cit., pág. 90, y en la Introducción, pág. 15.
Ford N. M. When Did I Begin? Conception of the Human Individual in History, Philosophy and Science. Cambridge University Press, Cambridge, 1988, pág. 72-85 y 139-145.
Cf. Coughlan M.J. The Vatican, The Embryo and the Law (Iowa City: University of Iowa Press, 1990, pág. 58-77; y Bioethics, 2, 1988, pág. 294-316. Ver RodrÃguez Guerro A. y RodrÃguez yunta E. Dependencia genética, en AntropologÃa y cultura médica contemporánea, óp. cit., pág. 252-253.
Ver Emery A. E. H. Elements of Medical Genetics (New york: Churchill Livingstone, 1983, pág. 103.
Ver Dawson K. Embryo Experimentation (New york: Cambridge University Press, 1990), pág. 58; y Moore K. L. The Developing Human (Philadelphia: W. B. Saunders Co., 1982), pág. 133.
RodrÃguez yunta, E. El estatuto del preembrión, una perspectiva biológica, óp. cit., pág. 100-101.
Singer, P. Etica prattica, Ed. Liguori, Napoli, 1989.
IbÃd., pág. 23 (cf. Id., Practical ethics, pág. 12).
IbÃd., pág. 24 y (cf. ibÃd., pág. 14).
IbÃd., pág. 31.
Palazzini L., ibÃd., pág. 95.
IbÃd., pág. 100-101. E. Lecaldano, siguiendo la lÃnea de Singer, excluye de la tutela, además, a todos los sujetos “privados de reacciones cerebralesâ€. Lecaldano E. Questioni etiche sui confini della vita, in Di Meo A. Mancina C. (a cura di), Bioética, pág. 19-39. cit. por Palazzani.
Sgreccia E. Manuale di Bioética, vol. I: Fondamenti ed etica biomedica, Ed. Vita e Pensiero. Milano, 2006, pág. 123.
Cf. Cahill L. The embryo and the fetus: New moral contexts, Theological Studies. Vol. 54, Nº 1, 1993, pág. 127-134.
IbÃd.
Ver Wilcox A. J. Incidence of Early Loss of Pregnancy, New England Journal of Medicine, 319 (1988): 189-194.
Ver Choudhury S. R., Knapp L. A. Human Reproductive Failure II: Immunogenetic and Interacting Factors, Human Reproduction Update 7 (2001): 135-160; Bulletti C., Flamigni C., Giacomucci E. Reproductive Failure due to Spontaneous Abortion and Recurrent Miscarriage, Human Reproduction Update 2 (1996): 118-136; Hori S., Nakano y., Furukawa T. A., Ogasawara M., Katano K., Aoki K., Kitamura T. Psychosocial Factors Regulating Natural-Killer Activity in Recurrent Spontaneous Abortions, American Journal Reproductive Immunology 44 (2000): 299-302.
Ver Tabibzadeh S., Babaknia A. The Signals and Molecular Pathways Involved in Implantation, a Symbiotic Interaction between Blastocyst and Endometrium Involving Adhesion and Tissue Invasion, Human Reproduction 10 (1995): 1579-1602; Cross J. C.,Werb Z. and Fisher S. J. Implantation and the Placenta: Key Pieces of the Development Puzzle, Science, 266 (1994): 1508-1518, pág. 1510-1513; Lessey B. A. The Role of the Endometrium During Embryo Implantation, Human Reproduction, Suppl. 6 (2000): 39-50.
Ver Kimber S. J. Molecular Interactions at the Maternal-Embryonic Interface During the Early Phase of Implantation, Seminars Reproductive Medicine 18 (2000): 91-96; Thie M., Rospel R., Dettmann W., Benoit M., Ludwig M., Gaub H. E., Denker H. W. Interactions between Trophoblast and Uterine Epithelium: Monitoring of Adhesive Forces, Human Reproduction 13 (1998): 3211-3219.
Ver Cross J. C., Werb Z. and Fisher S. J. Implantation and the Placenta: Key Pieces of the Development Puzzle, Science, 266 (1994): 1508-1518, pág. 1514-1516.
Ver Sharkey A. M., Dellow K., Blayney M., Macnamee M., Charnock-Jones S., Smith S. K. Stage-Specific Expression of Cytokine and Receptor Messenger Ribonucleic Acids in Human Preimplantation Embryos, Biological Reproduction 53 (1995): 974-981. 68 Ver Hansis C., Grifo J. A., Krey L. C. Oct-4 Expression in Inner Cell Mass and Trophoectoderm of Human Blastocysts, Molecular Human Reproduction 6 (2000): 999-1004.
Ver Adjaye J., Daniels R., Monk M. The Construction of cDNA Libraries from Human Single PreimplantationEmbryos and their Use intheStudy of Gene Expression during Development, Journal of Assisted Reproduction Genetics 15 (1998): 344-348; Daniels R., Lowell S., Bolton V., Monk M. Transcription of Tissue-Specific Genes in Human Preimplantation Embryos, Human Reproduction 12 (1997): 2251-2256.
Ver Ao A., Erickson R. P., Winston R. M., Handyside A. H. Transcription of Paternal y-Linked Genes in the Human Zygote as Early as the Pronucleate Stage, Zygote 2 (1994): 281-287.
Lejeune C. y Lejeune J., óp. cit., pág. 48-50. 72 RodrÃguez Guerro A. y RodrÃguez yunta E., óp. cit., pág. 274-282.73 De Nisa G. Sobre la vida de Moisés. Ed. Ciudad Nueva, Madrid, 1993, pág. 202.
Ver Rielo F. Mis meditaciones desde el modelo genético, óp. cit., pág. 134.
Para Rielo F. no existen una evolución o una creación absolutas, antes bien, una evolución en la creación y una creación en la evolución.
Ver Rielo F., ibÃd., pág. 48-51.
Cf. Rielo F., ibÃd., pág. 126.
Para Rielo, no existe, por ejemplo, el “yo†y el “ego†como entes distintos y contrapuestos: el “yo†relativo al espÃritu y el “ego†relativo al alma o sique. El alma o sique no posee forma propia con su acto ontológico propio, pues estos han quedado reducidos a cero ontológico por la forma y el acto ontológico del espÃritu, en tal grado que la complejidad anÃmica, con su especÃfico y funciones, al quedar reducida a cero la forma y acto ontológico, es asumida por la forma del espÃritu con su acto ontológico para sujetar el especÃfico y actuar con sus complejas funciones. El “ego†no es otra cosa que la egotización del “yoâ€; es decir, la inmersión del yo en el sicosoma, adaptándose, con algún grado de conciencia, a la estimulidad e instintualidad del complejo anÃmico. El ego es, por tanto, la inversión del yo, careciendo, por ello, su actuación de dirección y sentido concienciales y potestativos. Si tenemos en cuenta el ámbito moral, existen muchas formas y grados de egotización, en tal grado que el “ego†está, de algún modo, presente en todo ser humano durante su periodo viador. El Magisterio de la Iglesia Católica excluye
de esta presencia del ego, además de la naturaleza humana de Cristo, a la SantÃsima Virgen MarÃa.
El carácter genético le viene a nuestro espÃritu de la presencia divina, que lo constituye en lo que es: persona humana a imagen y semejanza de las Personas Divinas. Si en el orden biológico tenemos 30.000 genes aproximadamente en el orden ontológico o espiritual tenemos solo uno que otorga al ser humano toda la herencia de valores y lo estructura: formalmente asumiendo el psicosoma, trascendentalmente abriéndolo al Absoluto y a los demás seres humanos.
Ver Rielo F. Mis meditaciones desde el modelo genético, óp. cit., pág. 100.
“La conciencia potestativa genetiza transcendentalmente la percepción comunicativa de nuestra potencia de unión, hasta tal extremo que capacita a esta para una “unidad de vivencia†consistente en la relación de un definiens, acción agente de la divina presencia constitutiva del modelo absoluto, en un definiendum o acción receptiva de la potencia de unión de nuestro espÃritu transcendentalmente genetizado. La unidad de vivencia no se mide, de este modo, por la cantidad de experiencia, ni de conocimiento, ni de sentimiento, ni de deseo, ni de afecto, ni de intención, ni de pasión; no se mide por la relación del ser humano consigo mismo, ni siquiera por la relación con los demás seres humanos, ni menos por la relación con la naturaleza o con otra cosa que no sea la mejor forma de relación con el modelo absoluto. Esta mejor forma de relación es, no la que se puede medir, sino la que puede ser definida y, a su vez, definir consistentemente todas las demás relaciones que puede establecer el ser humanoâ€. Rielo F., ibÃd.
Rielo F., ibÃd. óp. cit., pág. 107.
Ver F. Rielo, ibÃd, pág. 125 (Rielo distingue metafÃsica de ontologÃa: con el concepto de metafÃsica se significa la realidad absoluta ad-intra de las personas divinas en las propias personas divinas y por las propias personas divinas; con el concepto de ontologÃa, la realidad ad-extra de las personas divinas en la persona humana por las propias personas divinas. Para un estudio de la metafÃsica y de la estructura antropológica del ser humano según Rielo F. ver “Hacia una Nueva Concepción MetafÃsica del Ser†y “Concepción Genética de lo que no es el Sujeto Absoluto†publicadas en ¿Existe una FilosofÃa Española? y en RaÃces y Valores Históricos del Pensamiento Español (E.F.R., Constantina, Sevilla, 1988 y 1990 respectivamente). y Rielo F. Tratamiento Sicoético en la Educación (E.F.R., Nueva york, 1996).
Rielo F. Definición mÃstica del hombre y sentido del dolor humano, en Mis meditaciones desde el modelo genético, óp. cit., pág. 179.
Ver Papa PÃo XII. EncÃclica Humani Generis: AAS 42 (1950) 575. Papa Juan XXIII, EncÃclica Mater et Magistra, III: AAA 53, (1961), 447 Papa Pablo VI, EncÃclica Professio Fidei: AAS 60 (1968) 436.
Rielo F. Hacia una nueva concepción metafÃsica del ser, pág. 132; para la cuestión epistemológica ver ibÃd., pág. 132-36; para la cuestión ética ver Concepción genética de lo que no es el sujeto absoluto, pág. 130-134.
Esto es en contra de aquellos que, como Mary Anne Warren consideran que la ausencia de tales criterios justifica el aborto; ver Warren, The Moral and Legal Status of Abortion, The Monist, vol. 57, Nº 1 (January 1973); y Michael Tooley, quien, además, considera el infanticidio justificable; ver Tooley, In Defense of Abortion and Infanticide, en The Problem of Abortion, ed. Joel Feinberg (Belmont, CA: Wadsworth Publishing Co., 1984).
Ver Baruch Brody. The Morality of Abortion, en Abortion and the Sanctity of Human Life: A Philosophical View (Cambridge, MA: MIT Press, 1975). En este artÃculo Brody da una detallada respuesta a la defensa de Judith Jarvis Thomas del derecho de la mujer embarazada a su cuerpo que cancela cualquier posible derecho que el feto pudiera tener; ver su A Defense of Abortion, Philosophy and Public Affairs, vol. 1 (1971): 47-66.
Ver Marquis Don. Why abortion is Inmoral, The Journal of Philosophy, vol. 86, Nº 4 (abril 1989).
Martyn Ken. Technological Advances and Roe v. Wade: The Need to Rethink Abortion Law, en UCLA Law Review 29, 5-6 (junio-agosto 1982): 1194-1215.
Cf. Rielo F. Concepción genética de lo que no es el sujeto absoluto, ibÃd., pág. 130-134.
El Magisterio ha condenado repetidamente al aborto: Santo Oficio 1889 y 1895, Denz 3719 y 3721; PÃo XII, Humani Generis: AAS 42 (1950): 575, y su Discourse to the Obstetricians (29 de octubre, 1951); Pablo VI, Professio Fidei: AAS 60 (1968): 436, y en Humane Vitae (1971); y varias declaraciones de las conferencias episcopales. Ver también la Declaración sobre el aborto del Vaticano en 1974.
Ver RodrÃguez Guerro A. La persona humana frente al dolor, la vejez y la muerte. Humanización en salud. Ed. UTPL, Loja, Ecuador, 2006, pág. 161-203.
Juan Pablo II. Discurso a la XI Asamblea General de la PAV (Ciudad del Vaticano, 21-23 febrero 2005) en Qualità della Vita ed Etica della Salute. LibrerÃa Editrice Vaticana, pág. 8-9.
Congregazione Per la Dotrina Della Fede, Donum Vitae, Introducción, n. 5.
Faggioni M. La qualità della vita e la salute alla luce dell’antropologia cristiana, en Qualità della vita ed etica della salute. PAV Ed. Libreria Editrice Vaticana 2006, pág. 28.